Fetiches Sexuales

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- "Fetichismo Vs. Gustos peculiares: El que te guste disfrutar con tu pareja experimentado juegos un tanto peculiares, no significa que seas un(a) fetichista. Si a ti y a tu pareja se les antoja probar alguna vez un par de esposas, un látigo, un traje de cuero, unos zapatos con tacones altos, etc. y lo disfrutan... ¡pues qué maravilla! Mientras ambos estén de acuerdo y el respeto reine ante todo, pues todo se vale a la hora de la pasión."

Fabiola Peñaranda - Gerente Placeres Secretos

 


 

 

Fetichismo (del latín, facticius, ‘artificial’, y del portugués feitiço, ‘magia’, ‘manía’; del francés fétiche) es una parafilia que consiste en la excitación erótica o la facilitación y el logro del orgasmo a través de un talismán u objeto fetiche, sustancia o parte del cuerpo en particular. El fetichismo sexual se considera una práctica inofensiva, salvo en el caso de que provoque malestar clínicamente significativo o problemas a la persona que lo padece o a terceros, pudiendo en este caso llegar a considerarse un trastorno patológico propiamente dicho.

 

Los aparatos fabricados con el objetivo de la estimulación o para el juego sexual no se consideran fetiches. El fetichista emplea un objeto de deseo para llevar a cabo la masturbación, rozándose directamente con él, o bien requiere que su pareja sexual lo lleve puesto o lo utilice.

 

En general, y a pesar de que su nombre pueda resultar intimidante, esta práctica es segura y no se considera un peligro. Cuando esta conducta es recurrente e indispensable para alcanzar la excitación, puede considerarse una enfermedad que puede afectar la vida social o laboral del paciente, pero de lo contrario es simplemente una de sus caras sexuales.

 

OBJETOS

Hay que distinguir este hecho de la simple preferencia por un juguete sexual donde si el objeto preferido falla, pudiera continuar la relación sexual. En el caso del fetichismo, si el fetiche falta la excitación sexual entonces no se produce el orgasmo, lo cual produce frustración en el sujeto afectado.

 

Estos son algunos de los fetiches sexuales más comunes:

Piercings: Preferidos en la población menor de 40 años, las joyas de diversos tamaños, formas y colores que adornan ciertas partes del cuerpo como lengua, labios, pezón y las zonas genitales presentan un gran atractivo ya que están ubicadas en partes de interacción sexual.

 

Cabello: Aunque no sea para nada su único atractivo, hay una razón por la que las modelos de Victoria’s Secret suelen tener largas y sedosas cabelleras. El fetiche del cabello suele ser más un asunto femenino y dispara el atractivo sexual despendiendo de las preferencias de color, largo, textura, etc. A muchas mujeres, por su parte, suelen encantarles cosas como la barba, bigote o vello en el pecho.

 

Cuero: Este es quizás uno de los fetiches sexuales más conocidos, y en el mundo existen tiendas, clubes y convenciones dedicadas enteramente a la exploración de este material dentro de los juegos sexuales. El cuero, especialmente negro, se ha convertido en un símbolo sexual universal, sobre todo cuando lo viste una mujer de manera ceñida o un “chico malo” mientras viaja en su moto. El fetiche no se detiene ahí e incluye látigos, máscaras, correas y demás objetos para el placer de quienes los compran y usan.

 

Zapatos: Dentro del mundo de los fetiches inanimados este es quizás el más común, siendo los tacones altos la preferencia para la mayoría de los hombres. Muchos tienen como fantasía sexual hacer el amor con una mujer que lleve puesto sólo un par de estos zapatos.

 

Pies: Esta zona del cuerpo que parece no recibir mucha atención no sólo contiene una infinidad de nervios conectores que, estimulados de la manera apropiada, pueden llevar la experiencia sexual a un nivel completamente nuevo, sino que sólo observarlos puede resultar tremendamente atractivo tanto para hombres como para mujeres.

 

Fuente:  SiempreMujer.com / wikipedia.com / fertilab.net